Pruebas complementarias
Si bien el diagnóstico del parkinsonismo se basa principalmente en la historia clínica y el examen neurológico, existen diversas pruebas complementarias que pueden ayudar a confirmar el diagnóstico, descartar otras causas y evaluar la progresión de la enfermedad. Estas pruebas pueden incluir:
Pruebas de laboratorio
- Análisis de sangre: Se pueden realizar análisis de sangre para descartar otras enfermedades que pueden causar síntomas similares al parkinsonismo, como hipotiroidismo, anemia o deficiencia de vitamina B12.
- Pruebas genéticas: En algunos casos, las pruebas genéticas pueden ayudar a identificar mutaciones genéticas asociadas con un mayor riesgo de desarrollar parkinsonismo.
Pruebas de neuroimagen
- Tomografía computarizada (TC) o resonancia magnética (RM) cerebral: Estas pruebas pueden ayudar a descartar otras causas de los síntomas, como tumores, accidentes cerebrovasculares o hidrocefalia.
- SPECT (tomografía por emisión de fotones de un solo fotón) o PET (tomografía por emisión de positrones) con dopamina: Estas pruebas de medicina nuclear pueden ayudar a evaluar la función dopaminérgica en el cerebro.
- DatScan: Esta prueba de medicina nuclear utiliza un marcador radioactivo que se une a los transportadores de dopamina en el cerebro. Una disminución en la captación del marcador puede indicar una pérdida de neuronas dopaminérgicas.
Enfrentar el parkinsonismo con un equipo médico especializado y una actitud positiva puede marcar la diferencia en la calidad de vida.